La mujer Montejaqueña desempeñó un papel crucial.
[icon white=”false” ]icon-calendar [/icon] Fecha prevista: del 21 al 23 de Octubre de 2016 | [icon white=”false” ]icon-map-marker [/icon] Lugar: Villa de Montejaque.
Napoleón y sus tropas invasoras llevan en España casi dos años y se están encontrando con resistencia en numerosos puntos de nuestra geografía. Ocupan campos y ciudades sin excesiva dificultad.
En la Serranía de Ronda y las vías hacia el Campo de Gibraltar las guerrillas tomaron el protagonismo de la oposición al intruso. El camino suroeste hacia el valle del río Guadiaro siguiendo la Cañada Real del Campo de Gibraltar fue especialmente tortuoso para los franceses donde para llegar a las inmediaciones de Montejaque y Benaoján tenían que pasar por el llamado Apostadero, el desfiladero de Mures y el cerro de Tavizna hacia el río Gaduares y el paraje de la Escarihuela hacia Montejaque y Benaoján.
No importan ya los fusilamientos continuados que procuran un escarmiento, los serranos prefieren morir antes que entregarse al invasor. Esta ley la cumplió la Sierra al pie de la letra, no atendió a perder las vidas ni a quedarse sin pueblos. Este era el deber de todos. Todos estamos obligados a ese heroísmo jurado solemnemente por la nación en unas circunstancias tan extraordinarias que impelen a cumplirlo fielmente.
El 6 de abril las tropas francesas vienen de Grazalema con una larga fila prisioneros y se dirigen a Ronda, la han saqueado e incendiado pero la partida liderada por El Pastor ha dado muerte a su oficial al mando y los han hecho retirarse. Los montejaqueños nos dirigimos a su encuentro junto con la partida de Benaoján y ocultos en las peñas les atacamos en todos los pasos difíciles provocándoles numerosas bajas, produjimos el más espantoso desorden en los regimientos franceses, causándoles infinidad de muertos y heridos y obligándoles a retirarse a Ronda.
El 13 de Abril nos atacan por el oriente, vienen dispuestos a tomar Montejaque, no es la primera vez pero parece que son más numerosos. La lucha es encarnizada y les estamos venciendo, les hemos vuelto a sorprender, no les hemos causado muchas bajas pero emprenden la retirada, han provocado un ataque para medir nuestras fuerzas.
Amanece el día 16 de abril y desde el Apostadero se ven avanzar tropas enemigas en dirección nuestra. Se ha dado la voz de alarma y las mujeres comienzan a prepararse recogiendo víveres y ropas de abrigo, salen de sus casas con los niños y ancianos en busca de refugio en la sierra. Los franceses han sobrepasado las posiciones de nuestra primera contención y se están dividiendo en dos columnas. Una hace replegarnos hacia Benaoján, la otra columna está entrando a Montejaque por el norte. Están ocupando la villa y quemando todo lo que encuentran en su camino. Montejaque está en llamas y avanzan hacia Benaoján…
Los contactos dentro de las murallas envían mensajes comunicándonos que los franceses están preparando el asalto a los pueblos por distintos flancos. Se prevé que una columna se dirija hacia Benaoján por el paraje de la Escarihuela y otra por el camino de Grazalema para atacar las posiciones desde la retaguardia. Es otoño y ya hemos recibido las primeras lluvias. La noche del 19 de octubre nos avisan de que un gran contingente de tropas se dispone a salir. En el amanecer del siguiente día se observa un gran movimiento desde el Apostadero. D. José Aguilar, bien informado de los planes invasores hace colocar un cuerpo de tiradores apostados cubriendo el río Gaduares en toda su longitud desde el cerro de Tavizna hasta más allá del puente y la cañada de Ronda a Grazalema con sus ramales. Otro cuerpo de tiradores los dispone a lo largo de la Escarihuela hasta los desfiladeros de Benaoján. Ha traído refuerzos de las partidas de Cortes y Atajate. La avanzada francesa intenta el ataque primero por la Escarihuela hacia Benaoján pero rápidamente son repelidos. Una columna se adentra por el desfiladero de Mures dirigiéndose al río tomando el camino a Grazalema. Los tiradores esperan que la mayor parte de la columna esté en el río. Cuando las tropas napoleónicas se concentran en las inmediaciones del descansadero de la Puente se da la orden de disparar y los franceses son alcanzados desde las dos márgenes del río, una partida de serranos a pié y otra a caballo imponen un serio correctivo a los invasores.
La dureza del combate es extrema y siguen entrando refuerzos franceses, las tropas imperiales suman unos 600 infantes y 90 a caballo. Las partidas de refuerzo de Cortes y Atajate entran en escena y se entabla una encarnizada lucha cuerpo a cuerpo hasta que los franceses comienzan a retroceder, los guerrilleros suman unos 150 a pie y 40 jinetes. La diferencia de fuerzas es enorme pero con el efecto sorpresa y el coraje logramos hacer retroceder a las tropas francesas, son ellos los que cuentan el mayor número de bajas. Siguen retrocediendo, están emprendiendo la retirada y huyen a refugiarse a Ronda.
“…Peleose en varios puntos. En el puente de Montejaque el comandante de la caballería patriota D. Francisco Gómez, mató por su mano á un oficial enemigo de caballería, y D. Juan José Barranco, comandante de Atajate, hizo lo mismo con otro. Los patriotas en general se portaron con valor: algunos abandonaron sus puestos, pero al fin los franceses fueron rechazados de todos los puntos, y perseguidos hasta el arroyo del Cupí, desde donde se retiraron á Ronda. Nuestra pérdida fué de 2 heridos y un caballo muerto: la de los enemigos no se sabe, aunque debió ser muy considerable.”
[blockquote author=”De la Rocca. Oficial del Ejército Francés”]“Nosotros podemos decir la verdad, según el estilo de la Escritura, que comíamos de nuestra carne y bebíamos de nuestra sangre en esta guerra sin gloria, para expiar la injusticia de la causa por la que nos batíamos”.[/blockquote]
[blockquote author=”Napoleón Bonaparte. Desde la Prisión de Santa Helena”]
“Esta maldita Guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia. Todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses… esta maldita guerra me ha perdido”.[/blockquote]
1810 fue el año de “los brigans” o bandidos, como los afrancesados llamaban a los serranos, algunos de ellos pasaron a formar parte del ejército español en 1811 pero la mayoría de ellos volvieron a sus pueblos y sus campos. Estos mal llamados bandidos formaron el ejército de patriotas más eficaz y desestabilizador de la Guerra de la Independencia y no tuvieron ningún tipo de condecoraciones ni menciones de reconocimiento militar siendo los verdaderos protagonistas de la guerra en la serranía.
Tampoco existe reconocimiento expreso sobre ninguna mujer patriota de los pueblos serranos pero, debido a su participación con las partidas de guerrilleros en los enfrentamientos en las inmediaciones de Montejaque, una frase, supuestamente hecha por los franceses que resume la valentía, firmeza e implicación de estas mujeres, ha corrido desde entonces a través de generaciones hasta nuestros días:
[h2a]“No matadlo, casadlo con una montejaqueña”[/h2a]
[icon white=”false” ]icon-book [/icon] DE CASTRO, J. “Montejaque la Montaña Sagrada de la Serranía de Ronda” (2014) p. 127-147