En la provincia se pueden ver alrededor de 300 especies en parajes como la Laguna de Fuente de Piedra o los Llanos de Líbar, en Montejaque.
El patrimonio que atesora la provincia de Málaga se eleva hasta el cielo. Y es que en ésta se pueden avistar alrededor de 300 especies de aves, un reclamo que atrae cada vez a más turistas, la mayoría, extranjeros, de procedencia británica, y con una media de edad de 50 años, según el guía especializado, al frente de la empresa Nature Tours Andalucía, de Ronda, Alfredo Carrasco. “En Málaga pueden ver más de 80 aves que no tienen allí”, dijo, refiriéndose a Gran Bretaña. No obstante, el turismo ornitológico es un segmento minoritario, pese a su crecimiento, también entre visitantes nacionales. Las mejores épocas para disfrutar de las aves son el otoño y primavera.
“Este tipo de turista no solo muestra interés por las aves, sino que también está muy interesado en la observación de la flora y de la fauna, por lo que los espacios naturales de Málaga, junto con las buenas comunicaciones que ofrece, en cuanto al AVE, el aeropuerto…; y una oferta de establecimientos turísticos de primer orden, hacen un destino ideal para la práctica del turismo ornitológico”, explicó Carrasco, al tiempo que hizo hincapié en la diversidad de hábitats y paisajes en Málaga. El águila perdicera es el gran reclamo, la más complicada de ver, mientras que los buitres y los flamencos son las aves más comunes. Estos son los cinco lugares que este guía propone para disfrutar de las aves:
[znhg_alternative_header heading_type=”h2″]Reserva Natural de la Laguna de Fuente de Piedra (Fuente de Piedra).[/znhg_alternative_header]
Se pueden avistar, entre otros, el flamenco rosa, la grulla común, el chorlitejo grande y el correlimos. Se trata de la laguna salobre más grande de Andalucía, con 1.500 hectáreas. Es un lugar ideal puesto que está cerca del pueblo y cuenta con un centro de visitantes, con un punto de información turística, cafetería, aseos y tienda. Aquí se encuentra la mayor colonia de flamencos de España. Algunos años, se han contabilizado más de 30.000.
[znhg_alternative_header heading_type=”h2″]Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce (Málaga).[/znhg_alternative_header]
Destacan el alcatraz, águila perdicera, correlimos tridáctilo y pechiazul, entre otros. Antes de su desembocadura, el río se divide en dos, quedando en el centro una superficie de alrededor de 120 hectáreas, un lugar ideal, según Carrasco, para observar aves. Se sitúa junto al aeropuerto de Málaga. La mejor época es el invierno.
[znhg_alternative_header heading_type=”h2″]Los Llanos de Líbar (Montejaque).[/znhg_alternative_header]
La collalba negra, la cogujada montesina, la tarabilla común, el aguililla calzada y el águila perdicera sobresalen en este entorno, que se emplaza en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, en la parte malagueña. Es aconsejable una pista forestal existente. El recorrido parte desde Montejaque y atraviesa un karst, zonas de cultivo y bosques de encinas. No se puede acceder en coche en verano.
[znhg_alternative_header heading_type=”h2″]Paraje Natural El Torcal de Antequera (Antequera).[/znhg_alternative_header]
Destacan el buitre leonado, el búho real, la collalba negra y el roquero solitario. El paisaje kárstico, a 16 kilómetros de Antequera, formado por rocas calizas sobresale también en la provincia en cuanto al turismo ornitológico. Se ofrecen varias rutas que se hacen a pie y cuenta con un centro de visitantes con punto de información turística, cafetería, aseos y tienda.
[znhg_alternative_header heading_type=”h2″]Monumento Natural Cueva del Gato (Benaoján).[/znhg_alternative_header]
Situado en la Serranía de Ronda, la Cueva del Gato, en el término municipal de Benaoján, es una de las entradas al Sistema Hundidero-Gato (la otra está en Montejaque). Está dentro del Parque Natural Sierra de Grazalema. Se puede acceder en coche y destaca una gran colonia de vencejos reales, además de Ruiseñor, Zarcero Pálido, Martín Pescador y Garza Imperial.