El presidente de la Diputación visita en Montejaque a los trabajadores de la zona que realizan esta tarea.
La Serranía de Ronda se encuentra inmersa en la campaña de la recogida del corcho, en un año en el que se espera que la producción sea al menos un 30% superior en comparación con el 2015. De esta forma, según fuentes del sector, este año se podrían alcanzar los 4,6 millones de kilos, cuando la media, que coincide con el registro del año anterior, es de 3,5 millones.
El presidente de la Diputación, Elías Bendodo ha visitado hoy en Montejaque, junto con el alcalde del municipio, Diego Sánchez, a un grupo de corcheros de distintos municipios de la Serranía de Ronda que estaban realizando la tarea de la saca, pela o descorche, un trabajo manual, no mecanizado, en el cual los operarios separan la corcha con unas hachas especiales para evitar daños en el alcornoque.
La buena cosecha que se espera este año se debe a que en la comarca las condiciones climatológicas han sido óptimas para este producto, con un régimen de lluvia abundante y con unas temperaturas suaves en la primera parte del verano. De ahí el aumento de la producción y por consiguiente de la facturación, pues los precios se mantienen sobre 50 y 60 euros por cada quintal en el árbol -46 kilos-. Para este año se prevé un volumen de negocio en el sector del corcho en la provincia de 6’35 millones de euros, aproximadamente.
En este sentido, Bendodo ha recordado que el corcho genera un volumen significativo de empleo y riqueza en la zona y a la vez contribuye de manera decisiva a la conservación de los bosques. La Serranía de Ronda es la principal productora de la provincia con un total de 16.000 hectáreas de alcornocales.
En el caso de Montejaque, la campaña dura 42 días y se van a recoger en total 6.000 quintales (276.000 kilos) de corcho, en una tarea que realizan principalmente 13 operarios del municipio, según los datos ofrecidos por el alcalde del municipio.
El corcho se puede vender en árbol o en pila, es decir, ya cosechado. El precio de compra en el árbol es menor, ya que el comprador tiene que hacerse cargo de los gastos de la saca, que, como mínimo, puede suponer unos 12 euros por quintal castellano –46 kilos–.