Una decena de localidades del interior impulsan sondeos de investigación para paliar el déficit de sus acuíferos mientras las grandes infraestructuras pendientes siguen paradas.
Las lluvias de estas dos últimas semanas han supuesto un más que considerable alivio para los embalses y acuíferos de la provincia, hasta el punto de que la Junta de Andalucía va a suavizar las medidas previstas en el decreto de sequía descartándose restricciones de agua potable en la Costa del Sol y rebajando la reducción que desde finales de año se le viene aplicando al regadío del tropical de la Axarquía. Pese a ello, una cosa es que la situación haya mejorado sensiblemente (los pantanos han ganado más de 90 hectómetros cúbicos) y otra bien distinta que se hayan alejado los fantasmas de la sequía en toda la geografía malagueña.
Ante el panorama que se les pueda presentar y en vista de los pocos o nulos avances de grandes infraestructuras pendientes desde hace años (el trasvase del embalse cordobés de Iznájar para atender a las poblaciones situadas más al norte, el recrecimiento de la presa de la Concepción para cubrir el litoral occidental o la tubería de interconexión de los sistemas de Costa del Sol, Guadalhorce y Axarquía para poder realizar un uso conjunto de los recursos en función de las necesidades de cada comarca), cada vez son más los ayuntamientos del interior que se lanzan a la búsqueda de aguas subterráneas para intentar garantizar el abastecimiento para sus vecinos, especialmente en la alta Axarquía y la zona norte de la provincia donde el caudal almacenado en los pantanos no llega y únicamente dependen de sus manantiales y pozos.
[blockquote author=”LA CIFRA”]6,5 millones de euros destinó el pasado ejercicio la Diputación a financiar actuaciones para garantizar el suministro de agua en 70 municipios de la provincia. El plan de obras hídricas solicitadas por los ayuntamientos contempla la realización de sondeos, renovación de redes o creación de depósitos reguladores. [/blockquote]
Colmenar, Casabermeja, Mijas, Monda, Montejaque, Cómpeta, Villanueva del Trabuco, Archidona, Humilladero y Fuente de Piedra son algunos de los municipios que actualmente tienen en fase de estudio o pendiente de autorización la ejecución de distintos sondeos de investigación para confirmar la presencia de nuevos recursos hídricos que puedan paliar el déficit que atraviesan sus acuíferos y que en casos como Archidona, Fuente de Piedra y Casabermeja ya obligaron el pasado verano a abastecerse con camiones cisterna.
Tramitación lenta
El problema, más allá de tener que agarrarse a la suerte para encontrar nuevas captaciones, es que la tramitación es más larga y lenta de lo deseable, máxime teniendo en cuenta las urgencias que hay. Por regla general, el procedimiento se come unos dos años entre los permisos que deben otorgar distintos departamentos de la Junta para poder perforar el suelo (si supera los 120 metros de profundidad es necesario obtener una autorización ambiental unificada, que conlleva un estudio de impacto además del pertinente periodo de información pública) y, en caso afirmativo, la concesión de las aguas que se vayan a extraer, previos informes sanitarios. En este punto, cabe reseñar que las aguas subterráneas y los acuíferos forman parte del dominio público hidráulico, es decir, que no pertenecen al dueño de la parcela en la que se encuentre ni siquiera al ayuntamiento en el que esté. Prueba de ello es que las nuevas captaciones que buscan Casabermeja y Colmenar se encuentran en el término de Antequera.
En el tramo final de esa carrera burocrática se encuentran los ayuntamientos de Mijas y Villanueva del Trabuco. El primero de ellos hizo varios sondeos de emergencia por los problemas de abastecimiento de Mijas Pueblo al no estar conectado este núcleo poblacional a la red principal que abastece a las zonas más costeras. «En uno de ellos se encontró agua, aunque aún no se ha podido explotar el pozo al estar pendiente del visto bueno de la Administración autonómica», afirman desde el Consistorio mijeño. En idéntica situación se encuentran en Villanueva del Trabuco. Tras clavar las previsiones de los geólogos e incluso de un zahorí al que recurrió el Ayuntamiento que apuntaban a la existencia de una tercera bolsa de agua en la Sierra Gorda se están ultimando los trámites para construir el depósito donde se irá almacenando el caudal que se extraiga a unos 300 metros de profundidad. «Llevamos unos dos años de gestiones, pero hemos sido muy previsores. Somos unos privilegiados en comparación con otros municipios vecinos como Mollina, Archidona, Fuente de Piedra o Alameda porque nos abastecemos de un manantial y dos pozos, uno de los cuales se puso en marcha hace dos años porque ya estaba hecho junto al que había pero inactivo. Como el manantial va a menos, tenemos que tirar de los pozos, así que este tercero nos va a asegurar el abastecimiento en el pueblo frente a una posible rotura además de permitir la distribución a las zonas más alejadas», explica el alcalde de la localidad, José María García, quien cifran en medio millón de euros la inversión, incluidos los 120.000 euros procedentes de la Diputación a través del Plan de Asistencia y Cooperación de 2017.
Plan provincial
No es el único municipio que utilizará los fondos que anualmente reparte la institución provincial para reforzar sus infraestructuras hídricas en lugar de, como solía ser habitual, destinarlo a la construcción de equipamientos o la renovación de calles. Además de colaborar en la elaboración de los estudios técnicos, el ente supramunicipal también lo hace económicamente. En total, son 4 millones de euros los que se reservaron el pasado ejercicio a la financiación de 57 proyectos para la mejora del abastecimiento en medio centenar de pueblos, en los que además de la ejecución de sondeos también se incluyen otras actuaciones como la renovación de redes, la reparación de tuberías, el mantenimiento de depósitos y la creación de canalizaciones para llevar el agua a zonas más alejadas de los cascos urbanos. A esta cuantía se sumaron otros 2,5 millones procedentes del remanente de tesorería de 2016 para la ejecución de obras urgentes en 15 municipios (Alfarnatejo, Alhaurín el Grande, Almogía, Casabermeja y Villanueva de la Concepción, Árchez, Arenas, Cómpeta, Cortes de la Frontera, Guaro, Jimera de Líbar, Montecorto, Periana, Pizarra y Vélez-Málaga). Entre las actuaciones más destacadas por su importe se encuentra un proyecto conjunto para mejorar el abastecimiento en Almogía, Casabermeja y Villanueva de la Concepción, con una dotación de 700.000 euros.
La situación sigue siendo delicada en la zona norte y la alta Axarquía pese a las últimas lluvias.
Precisamente en Casabermeja están a la espera de que la Consejería de Medio Ambiente les dé luz verde para hacer una cata en la Sierra de las Cabras, donde los estudios geológicos apuntan a la existencia de una nueva fuente de captación que podría aportar un máximo de 280.000 metros cúbicos anuales. «Los trámites van más despacio de lo que nos gustaría, pero confiamos en poder tenerlo todo resuelto porque, aunque ahora mismo el abastecimiento está garantizado, no sabemos hasta cuándo vamos a aguantar», advierte el concejal de Medio Ambiente, Juan Sánchez.
A las puertas del verano
Con la misma incertidumbre se encuentran en Colmenar después de varios veranos en los que se ha tenido que recurrir a cubas para abastecer a la población. En el Ayuntamiento confían en que este mes pueda llegar la resolución favorable de la Delegación Territorial de Medio Ambiente para realizar cinco sondeos en el entorno de la sierra de Caramolos, lejos de cualquier foco de contaminación agrícola, industrial o ganadera que pudiera poner en riesgo la calidad de un acuífero del que se podrían obtener hasta 300.000 metros cúbicos anuales. Para hacerse una idea, esta localidad de 3.400 habitantes consume una media de 438.000 metros cúbicos al año. «Aunque haya llovido debemos seguir buscando porque la situación es muy delicada y pronto podríamos tener problemas, por eso queremos darle la máxima prioridad con el objetivo de poder llegar a tiempo en verano», apunta el alcalde de Colmenar, José Martín.
En la misma línea se pronuncia su homólogo en Cómpeta, municipio que se nutre de cuatro captaciones cuyo nivel freático está al mínimo y que tiene localizadas otras cuatro alternativas en la zona del Camino del Collado. «Si cualquier día se nos viene abajo alguno de ellos nos quedamos sin agua para todos. Espero y deseo que para este veranos tengamos al menos el sondeo hecho y saber dónde tenemos agua para cuando nos haga falta», expone Obdulio Pérez, quien aprovecha para reclamar a la Junta un mayor control del agua que utilizan las comunidades de regantes.
Los alcaldes reclaman una mayor agilidad burocrática, ya que los trámites se comen una media de dos años
Donde los acuíferos también dan síntomas de sobreexplotación es en Monda, municipio que también está luchando contra el reloj (y contra la burocracia) en busca de nuevos aportes hídricos en el entorno del arroyo Viejo antes de la temporada estival. «Los trámites se eternizan. Estamos hablando de problemas de abastecimiento de agua, así que la administración debería ser más ágil porque con cualquier problema que surja nos quedamos sin suministro», advierte el regidor mondeño, Francisco Sánchez. Peor se presenta el panorama en Fuente de Piedra, donde los acuíferos dan poco más de sí sin que se atisbe una solución a corto plazo debido a los altos niveles de cloruros y salinidad de las captaciones que se han investigado. De la mano con Humilladero se trabajó en un proyecto conjunto para construir un pozo que se sumara la red de ambos municipios, pero no ha dado los resultados esperados.
Sin soluciones a la vista
«Ahora mismo no tenemos ninguna alternativa. Seguimos buscando soluciones rápidas, pero todo el entorno está contaminado», se lamenta el alcalde villafontense, Francisco Hidalgo. Ante este panorama, insta al Estado y a la Junta a que de una vez por todas pongan en marcha el trasvase de Iznájar. «No tenemos noticias de que se esté avanzando y, además, cuando se desbloquee tardará cinco o seis años en estar operativo, así que el futuro se nos presenta muy complicado», apunta. Tampoco ocultan su preocupación en Archidona, donde están realizando estudios para localizar nuevas fuentes de agua porque los cinco pozos activos empiezan a ser insuficientes para aportar los 811.000 metros cúbicos anuales que se necesitan para abastecer a la población. «Mucho tendrían que recuperarse los pozos para poder estar tranquilos», comenta el teniente de alcalde y concejal de Infraestructuras, Pablo Gálvez.
Por fortuna, sobre Montejaque no pesa la amenaza de sequía a corto plazo, pero sí que quieren tener las espaldas bien cubiertas y por ello tienen ultimado un proyecto de investigación para localizar una captación propia. Actualmente, el municipio se abastece de un pozo situado en Benaoján, el del Molino del Santo, desde el que hay que bombear el caudal para cubrir una distancia de 3 kilómetros hasta los dos depósitos existentes. En un intento de abaratar costes (la factura mensual ha llegado a alcanzar los 7.000 euros), el Consistorio espera encontrar agua a una menor profundidad en la zona del Almendral. «Con esta nueva captación no dependeremos de un pozo compartido», explica el regidor Diego Sánchez.